Estos son dos de los textos que surgieron de las jornadas literarias. La consigna de este taller fue producir un relato breve o microrrelato partiendo de una frase tomada en su sentido literal; entre otras, se dieron: lo dejó plantado, se cavó su propia tumba, es un chupamedias, se le fue el alma a los pies.
Lo dejó plantado
Mientras ella ya llevaba media hora de retraso, Paulo Enrique Martínez comenzó a justificar su inusual tardanza.
Lo último que habían acordado aquella noche era huir juntos, desafiando las consecuencias. Armar las valijas y encontrarse en el oscuro bosque de Avellaneda a mitad de la noche.
Luego de un tiempo, Paulo comenzó a sentir leves cosquilleos en las puntas de los pies, lo cual pasó a segundo plano cuando sintió la presencia de su amada en la sombra.¿Qué ocurría? ¿Por qué no llegaba? Frente a la incertidumbre, intentó correr hacia ella, pero se dio cuenta de que él yo no poseía el control de su cuerpo sino que la tierra de aquel lugar lo había atrapado.
Al mirar hacia abajo, quedó atónito al ver que sus piernas estaban secas como la corteza de un árbol, que ya no veía sus pies y que el resto de su cuerpo se encontraba sorprendentemente cubierto por las más verdes hojas de aquel bosque de Avellaneda.
Horas después, Elena de la Verna, su eterna amada, logró escapar de los violentos brazos de su prometido y, al llegar al bosque, tropezó con una raíz que le hizo levantar la mirada; así logró apreciar una escritura en aquel bello árbol: Paulo y Elena.
Pensó que su amante había huido y que no quería verla, entonces decidió traspasar la raíz de aquel árbol a través de su corazón, dejando caer su cuerpo moribundo bajo los pies de su oculto amado.
Chiara Buraschi - Virginia Zunino 5º año Economía
Enfrentamiento
Siempre se había enfrentado, pero nunca como esta vez. Fue un encuentro agresivo; las ideas volaban por el aire y explotaban como bombas en cada rincón de aquel pequeño cuarto. Yo los observaba desde mi ventana; aquel intercambio fugaz de golpes, críticas y reproches no eran indiferentes al oído externo de ningún humano que se aproximara a la zona. Los espectadores iban acumulándose, encimándose unos sobre otros. Cada vez eran más.
La pelea se extendía en el inevitable transcurso del tiempo. En esa fogosa batalla vi lo que las contradicciones pueden llegar a provocar.
Observé cómo él y su alma se perseguían y mareaban en un círculo vicioso en aquellas cuatro paredes.
Hasta que por fin, el alma, dando su último esfuerzo se le fue a los pies, lo ató dejándolo inmóvil e indefenso. Contenta por su triunfo, tomó forma nuevamente al introducirse en el interior del cuerpo, que la había querido despojar de sus raíces y cambiarla por otra.
Sofía Salinas – Aldana Capano – 5º año Economía
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